lunes, 26 de octubre de 2009

Y se va la Segunda...

Y no me refiero a la Segunda Guerra Mundial... Aunque las búsquedas introspectivas pueden provocar un nivel de destrucción que se asemejaría al de la post- guerra.

En la primera, me referí casi exclusivamente a la generalidad de saber más sobre mí misma. Ahora, voy a abrir el juego, y aunque no tenga poker de ases, tentaré a los demás a que jueguen hasta el final (léase, que lean hasta el final esta entrada, aunque por momentos les resulte densa, pesada, casi como un problema listo para superarse con Activia).

No hay nada más complicado que ser nena y encima la mayor de la dupla hermanística (ese al menos es mi caso en particular).
Todos suelen decir que los hermanos menores quieren parecerse a los mayores y buscan ser como ellos (casi tan descabellado amor como el de Caín y Abel, o como las hermanas ketchum que hicieron un tema totalmente desquiciado o aún peor, los hermanos Goya de Agrandadytos con su relación amor- odio), pero no. Mi teoría es que, así como las palomas intentan conquistar el mundo (tema que prometo ahondar en breve, en algún sucesivo post) los hermanos menores traman hacer que los mayores mueran por la presión de los padres y de ellos mismos.

Tan maquiavélicos son, que mi segundo posteo es para ellos.
En este proceso de búsqueda, descubro que los hermanos son como la clave de muchas mochilas auto-impuestas (o que al menos creemos que nos las imponemos). Tenemos que ser un modelo para nuestro menores, tenemos que cumplir con los requerimientos paternales/ maternales, ser los primeros en llevar a casa novio/a, estudiar más allá del colegio e irnos antes de casa. En resumen, podríamos tener muchas menos presiones si no tuviéramos hermanos menores; y aún si no existieran (en el caso de ser hijos únicos) siguen siendo una gran molestia, dado que todas las responsabilidades continuarían recayendo en uno...

Si sos hermano menor, sabés de lo que hablo y de los privilegios con los que naciste.
Disfrutalos, en mi búsqueda yo trato de empezar a tenerlos ahora...

1 comentario:

  1. Bueno... Parece que hoy es el día de comentar en tu blog.
    Soy hermano menor, y eso también tiene sus desventajas. En mi caso sufro muchas veces celos y envidia por ser mas chico. A veces termino por detestar a todas las chicas que salen con mi hermano, porque después de todo, el fue siempre mi referencia, mi ejemplo, y nadie va a venir a cambiarlo. Por otro lado, me tocó un hermano que me torturó desde muy chiquito diciéndome "budín" y apretándome de los cachetes, me decía todo el tiempo que yo era cachetón, y eso no es agradable. También fue siempre el mas fuerte, el mas grande (Ahora no, porque le llevo una cabeza) Pero era el que me podía pegar. También fue el primero en irse del país, en ganar un premio, en tener una novia, el primero en leer, el primero en hablar de cosas serias con mi vieja, el primero en tener amigos que yo veía como más resistentes, el primero en gastar fuerzas de mis padres. Eso lo hace a uno sentirse constantemente menos, eternamente chico. Después la ropa, uno siempre se queda con las sobras. Y el amor, ese amor de admiración que uno siento cuando es mas chico, que hace que quiera seguirlo a todos lados, no servia para nada, es el primer amor de la vida y no sirve para nada, porque el se enojaba, me decía que me vaya, que sus amigos eran muy grandes para mi. Y después se empiezan a ir, a tener sus trabajos, y uno se queda sin hermano y con una familia resignada y deprimida. Bueno, me tengo que ir a la fiesta de Rodolfo, jojo

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Aca podés escribir todo lo que se te venga a la cabeza. Nada mejor que las cosas de frente. Gracias por tomarte el tiempo para leer mi Blog.